viernes, 18 de noviembre de 2011

RETOMANDO VIEJAS COSTUMBRES

He empezado a currar. Y por ahora está el ambiente bastante tranquilo. Y lo estoy agradeciendo muchísimo, pues sé que pronto vendrán las locuras y las prisas, pero por ahora, tengo la oportunidad de recuperar cosas perdidas -o abandonadas este caso.

Así pues, llevo unos días empapándome de leer en internet. Y, a través del blog de Luisa, me he enterado de las movidas que ha tenido su amigo Aitor con blogger. Una cosa me llevó a la otra y me pasé toda la mañana leyendo los posts del susodicho. Y me lo he pasado pipa. De hecho, no sólo eso, sino que además se me despertaron las ganas de retomar mi propio blog.

Creo que me apetece volver a escribir. Al menos, tengo ganas de contar y recordar cosas que pasan por aquí. Si no, me temo que muchas de ellas quedarán en el olvido y acabarán por no existir ni tan siquiera en mi corta memoria (ay, esos rabitos de pasas que siempre recomendaba Don José Aguilera...)

Como decía, he empezado a trabajar. Y en un estudio; en Sony, nada menos. Y en "Spider-Man", nada más. Si con eso no soy una tía molona para Pablito, me rindo.

Acabo de empezar y no dejo de sentirme como Paco Martínez Soria paseando por el lot (así es como llaman al estudio en sí, donde están los diferentes platós, stages y exteriores). Yo pongo un pie allí (mi oficina física está al otro lado de la calle) y de repente me creo que son los años ´40 y me voy a cruzar con James Stewart o Katherine Hepburn por esas calles de mentira con nombres de actores y directores.

Aquí los edificios tienen nombre. Y es tan grande, que las oficinas tienen un par de bicis para moverte mejor por el lot. Los ricos y afortunados van en carritos de golf (como Adam Sandler, con el que me crucé mientras yo pedaleaba).

Esa es una de las cosas que molan del curro. Otra de ellas, quizás más guay, es que mientras paseas, puedes encontrarte, por ejemplo, con el coche original de “Los Cazafantasmas” o "The Green Lantern". Y eso mola. Mucho.

Y con eso de que los edificios tienen nombre, cada vez que me toca ir a uno de ellos, como Hepburn o Portier, no puedo dejar de pensar en sus películas, en cuáles he visto y cuántas me quedan por ver. Y mi lista de pelis no deja de crecer a un ritmo desmesurado.

Pero si otra cosa buena tiene trabajar en esta pequeña ciudad es que tengo un videoclub con todas las películas que se han hecho –y probablemente las que no se han hecho también- en la historia del cine, GRATIS!!!!

Quizás sea de paleta, pero yo nunca he trabajado en un sitio tan grande y todo me parece inmenso y novedoso.

Entre semana, por ejemplo, ofrecen cine gratis para los empleados de las películas más recientes que están en cartelera. Y por supuesto, tienen un gimnasio. En fin, cosas que se me escapan un poco, teniendo en cuenta que yo siempre he trabajado en proyectos independientes –con menos pasta vaya. Y venir ahora a una película de estudio de $300 millones… Vamos, que echando cuentas, como decía Paco Cabezas el otro día, con su presupuesto de servilletas se hizo la última peli en la que curré. Pero a mucha honra, vaya!

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