jueves, 16 de septiembre de 2010

Sobreinformación

Tras dos meses de bienvenidas y despedidas, unos cuanto paseos del Botxo a Sevilla, mucho playismo y 24 horas de viaje -esto no NO es una exageración-, por fin he aterrizado en Elei. Obviamente, acompañada de Dominatrix, que se ha encargado de hacer el viaje más llevadero gracias a la clase de los ricos (había tantos botones que tocar en el asiento que no me quise ni drogar, pero los sillones eran tannn comodos, que caí cual bebé).

Primera impresión -obvia donde las haya-: esto es como un decorado de peli. Carreteras enormes y locales bajos a pie de carretera con sus neones en alto anunciando bien grande sus productos. Pero con tanta reventaera y a medianoche, poco pude intuir desde la fragoneta que nos buscamos para ir al hotel.
Todo lo que quería era dormir para ver bien hoy dónde me había metido. Más aún con el ataque de paranoia que me dio a última hora por no haber estudiado en su momento. Bien lo sufrieron la Teacher y el Edu entre aeropuerto y aeropuerto.

Así que lo primero que ha tocado en el día ha sido pillar un coche de alquiler (con su Antonia que te guie por los sitios, obvio) y conducir por todas partes. El área en la que había visto el piso está bastante bien, con posibilidad de caminar para ir a comer, a comprar el pan e incluso pillar el metro (si, Elei tiene metro, aunque aún no sepa ni cómo funciona ni si es de atrezzo). Además, estoy a 10 minutos conduciendo de la escuela, valor fundamental para todo residente angelino.

Por otra parte, WeHo está muy bien: Sunset Boulevard, Santa Mónica Boulevard, "We love it!", pero  ya me queda a media hora (sin tráfico) de la escuela. Mañana seguiré de ruta, pero por ahora, creo que mi mejor opción sería quedarme en North Hollywood.
Más cosas. He ido al cole. Es bastante más grande que el de Nueva York y, aunque tiene una cocinita con su microondas (por fin podré calentarme las lentejas!!) no hay una mísera cafetería o sucedáneo donde comer COMIDA cerca!!!
Eso sí, está dentro de Universal Studios. Hoy nos han llevado de ruta por allí, a ver los decorados que tienen de Nueva York, Europa y el Oeste Americano. El tipo hablaba tela de rápido, pero he alcanzado a ver y entender que pasaba por el set de “La Guerra de los Mundos”, la casa de “Pesadilla en Elm Street”, el falso mar y horizonte de “El Show de Truman” y unos cuantos sitios más bastante curiosos y currados.

Y para no ser la más boba del lugar –como viene siendo habitual-, me he quedado a gusto acosando a preguntas a todo el que había por allí. Ahora claro, con una cantidad de información en mi cabeza que me va a estallar. Que si la tesis, las prácticas, los guiones… vamos, que menos mal que la casa tiene piscina, pa enfriar la cabeza cuando salga de las 12 horas de clase.
Desgraciadamente (o afortunadamente, para el que esté ya cansado de leer) mi cabeza da para poco más ahora mismo. Tengo un batiburrillo de información aún no procesada debido a que todavía no se ha despertado mi otra neurona. Así, a bote pronto, sus digo: ya he conducido por una autopista de 10 carriles (dos más, dos menos, no iba atenta a contar, pero vaya la Freeway 101), he cantado Randy Newman cuando iba por Santa Mónica Boulevard, he visto el Whiskey a Go-Go (Danielo, ya tengo anotadísima la lista de conciertos), y más cosas que, para ser sincera no recuerdo ahora mismo.
Son las 19:45 y mi cerebro sólo piensa en dormir. Mas hemos quedado con Elie para cenar sushi –mi cuerpo exige ingesta de pescado crudo- en un ratito.
De hecho, no tenía ni cuerpo de escribir, pero Dominatrix me ha obligado a mantenerme despierta este ratillo de descanso (¿?) en el hotel.
Pero mañana, habrá más. Y con cámara de afotos, que hoy ni salió de la habitación.
Mientras tanto, sus dejo con uno de los videoclises más trillados de los últimos meses. De hecho, será prueba para todo visitante cantar el estribillo mientras les doy el paseito de rigor.

 

1 comentario:

Koloke dijo...

Primen en comentar en el blos!!
Ya me muero de ganas de ir!!!

A ver si nos pillamos en el skype y me cuentas

besosssssssssss